23 abr 2024

LA LUZ AL FINAL DEL BULLYING

Cuando era niña solía ser retraída, rodeada de bullying y que lloraba muchas veces al llegar a casa. Sentía que no pertenecía a ningún círculo ni ningún espacio por lo que era una niña ausente, creé barreras fuertes para no conectar con nadie, para no sentir daño hasta que ella llegó. 

Era una nueva estudiante, asustada, llena de miedos por sus cambios recientes que intentó interactuar conmigo, y yo, alguien dañado por un entorno que no sabía manejar, la dañé, la traté mal y la hice llorar desde una perspectiva de total inconsciencia. Pasé de ser víctima a victimario en su historia.

Verme como las personas que no quería ser y sentirme reflejada como víctima fue mi primer impacto, decidí bajar mis barreras con ella, le ofrecí compañía y nos hicimos buenas amigas.

Pero mis restricciones seguían, mientras yo hacía lo posible por acapararla como mi única amiga, ella se abría paso cada día con sus nuevos compañeros, éramos diferentes pero ambas sufríamos del mismo bullying, me costaba entender cómo podía confiar, cómo podía socializar si el entorno no era "bueno".

Con el tiempo y gracias a ella mi grupo de amistades creció, pero no lograba sentirme incluida, siempre sentí que me "toleraban" por ella y tampoco era fácil para mi hacerme querer.

Recuerdo que cuando entré a décimo ella ya no estaba en el salón, nuestro grupo de amigas estaba incompleto, y ella, el centro de atención, ya no estaba. Por primera vez en años tuvimos que aprender a interactuar entre nosotras, o al menos, era mi primera vez interactuando sin ella presente.

Ese fue mi primer año de transformación, por primera vez entendí que no era el entorno, eran mis barreras. Era yo quién alejaba, ignoraba y estigmatizaba al mundo y este reaccionaba de la misma manera.

Obvio, no fue fácil pero empecé a conectar, esto se volvió fácil, el bullying seguía pero no me dominaba, no era el centro de mi atención y poco a poco se fue diluyendo.

Luego mi salón también cambió, mi nuevo entorno (que a decir verdad me tenía cierta reticencia al principio) era fantástico, finalmente vino la universidad, el trabajo, los amigos de vida y descubrí que nací con el don de conectar con las personas, de dejar huella sin quererlo.

Y que todo empezó, gracias a Ella.

1 sept 2023

CASI QUE NO (mis votos)...

Cuando por fin aprendí a ceder y le confesé al universo que no era capaz decidir mi siguiente paso, este recordó aquella carta que escribí hace muchos años donde te describía.

Le pedía allí un hombre de ojitos lindos, amoroso, respetuoso, leal, cariñoso, divertido, inteligente pero también rebelde y pícaro, que no solo me supiera cuidar, amar si no también retar y cuestionar.

Llegaste a mi vida y le diste el vuelco que no sabía que necesitaba o quería, construimos la familia que siempre soñé sin saberlo y me siento la más afortunada por despertar contigo cada mañana a vivir cada aventura que nos exponga la vida.

Doy gracias por tu vida, tu compañía, tus ocurrencias, tu amor y espero poder acompañar tus pasos, decisiones, logros y sorpresas con el corazón llenito de felicidad, comprensión, amor y, porqué no, picardía.

Te digo por siempre SI, te amo y estoy orgullosa de la relación que hemos construido. Dejemos que el mundo reciba de nosotros luz, amor, dulce y muchos empalagos hasta el fin de nuestros días. 

Siempre tuya.

30 ene 2023

APUNTA A LAS ESTRELLAS

No creo que mi pluma el día de hoy tenga suficiente tinta para describir como me ha cambiado la vida y la perspectiva. Y no son los kilómetros de distancia que tengo de mi lugar de nacimiento, no es tampoco que porte un anillo permanente en mi dedo anular, ni haber construido una nueva familia de 3 y 1/2.

Hace 3 años le lancé al universo un reto y me lo contestó, le pedí nuevas aventuras, nuevos caminos, más sabiduría y que me abriera la puerta al cambio, creí que tenía todo lo que siempre quise en la vida, menos ese no se qué no se dónde que no me hacía nada bien.

Es una sensación inexplicable sentir que no tengo nada fijo en este momento, que el lugar puede cambiar, el clima, los olores, calles y sensaciones, pero a la vez tengo todo conmigo, porque eso es lo que cambió.

A medida que deja de atarme lo material, va abriéndose un camino que no sé a donde llegará, pero camino con ahínco y disfrutándolo a cada paso. Puedo planear lo que sea y sé que tengo con qué hacerlo.

Y sé que quiero tantas cosas nuevas, pero a la vez no es porque las necesite, es porque las quiero disfrutar, las quiero amasar con ganas y hornear con amor.

Gracias universo por quitarme el piso, la silla, las cosas y darme una meta tan fija y tan cambiante como cada día que me regala la vida. Porque lo que yo deseo es una sensación de tranquilidad absoluta y de gozo que llegará, quizá por donde menos lo espere, pero segura de que llegará.

Como un amigo suele decir: Si apuntas a las estrellas podrás llegar a la Luna. 

Así que Apunta y dispara! Ya veremos de que color y forma será mi nueva luna llena.