28 jun 2017

VIAJE INTERIOR

Absorta en el libro de los grandes secretos de su pasado familiar, conectaba uno a uno los puntos que desde niña le describían sus padres en sus cuentos para dormir.

Noche a noche escuchó las mismas fábulas que por siempre creyó fantásticas pero que poco a poco, con la lectura de cada párrafo, se hacían tangibles y realistas. Eran historias fantásticas de niños que encontraban tesoros escondidos con toda la fuerza que podían sacar desde su interior.

Recordó además como llegó el libro a sus manos, su abuela le heredó la biblioteca a cambio de la promesa de que leería todos los libros que se encontraban ahí. ¿Porqué no se le ocurrió leer antes aquel libro pequeño y colorido?

Había pasado tanto tiempo y siempre tuvo muchas preguntas al respecto, sólo ahora podía entender que las historias nocturnas de su infancia no eran fantásticas, eran reales y que había tantos tesoros por encontrar en el transcurso de su vida.

Soltó el libro y pensó "Es muy tarde", mientras se apresuraba a conectar al oxígeno que estaba en su mesa de noche... 

Esa noche soñó con sus antepasados, viajó con ellos y se conectó con su interior, era más fuerte y grandiosa de lo que se podía imaginar. Al día siguiente despertó en su cama con una gran sonrisa y tres palabras en su cabeza: "Nunca es tarde!".

Nunca es tarde para viajar a tu interior y descubrir todos los tesoros que por ley nos han sido dados.