22 sept 2017

EN BUSCA DEL EQUILIBRIO

Se vale sentir nostalgia, no significa extrañar o añorar, es sencillamente sentirse atraída y agradecida por aquel pasado que, aunque ya no está, fue muy importante para nosotros.

Hace poco leía que estamos atravesando un ciclo de 6 años de cambios, en donde hemos tenido los maestros necesarios para conocernos mejor, para saber un poco más hacia donde vamos y quienes con sus acciones (buenas o malas) nos han ayudado a nuestra propia construcción.

Estos años han sido un todo: un vaivén emocional, amor, odio, tristeza, felicidad, sufrimiento, tranquilidad, soledad, compañía, conocimiento y reconocimiento. Decir que es fácil es mentir, es tener días en los que no quieres pararte nunca de la cama y otros que no puedes ni dormir porque ya quieres disfrutar del día siguiente. Pensar, soñar, caminar, amar, caer, levantarse y seguir amando...

El cierre de estos 6 años es nostálgico, es ver hacía atrás ante la persona que eras y tener la confianza de mostrarle quién eres ahora, que sufrir (aunque es opcional) era necesario para crecer y aprender. Es llenarse de recuerdos, a veces un poco duros con nosotros mismos por no hacer o decir las cosas de otra manera. Darse látigo por no haberse sentido completa antes y luego perdonarse porque sólo las lecciones que nos mueven el piso son las que nos obligan a entrar en equilibrio.

En este tiempo pedí perdón, primero a mi, por haber actuado en contra de mi ser, pido perdón por haber exigido completitud siendo incompleta, por haber dicho lo que no quise decir o sencillamente por haber destrozado mis propias prioridades por momentos.

En este tiempo perdoné, primero a mi misma porque no podía culparme por sentir miedo, por no saber que estaba incompleta, porque era muy joven y no sabía muy bien lo que quería, perdoné a mis maestros, a los que amé con el alma aunque me destruyeron, a los que me enseñaron a abrir puertas así no las atravesaran conmigo, a los que me mostraron lo que deseo aunque no me lo dieran, a los que no me valoraron correctamente para entender mi valor. 

En este tiempo agradezco, a quienes siempre estuvieron ahí, a quienes me enseñaron a ser quién soy, los bastones de mis días tristes, la compañía en la soledad, la luz que guía en los senderos oscuros.

Sólo puedo estar llena ahora de agradecimiento por haber soltado pesos, maletas y cargas, para sentirme cada vez más libre, sana y serena. Hoy siento el gran deseo imperativo de ser luz, de enseñar mi historia, de compartir lo que aprendí (sabiendo que aún tengo mucho por aprender), de ser maestra de vida a mi alrededor. 

Siento que he recibido tanto! Ahora me siento llena y quiero darlo todo, brindar lo que he recibido, multiplicarlo, iluminar y guiar. No sé a donde me lleve esta sensación más adelante, ya encontraré el camino, por ahora me llevó a escribir este post. 

Yo? enamorada de la vida! Y usted?