6 abr 2018

HOLA SOLEDAD!

Vivir sola, qué experiencia tan grata ha sido esto. 

Si, yo sé: que eso lo sabe todo el mundo, que quién me manda a demorarme en independizarme, qué no hay nada como el hotel mamá, qué ahora si va a saber que son las responsabilidades, que como así que irse de la casa sin casarse, que si no le da miedo vivir solita, en fin, un consecutivo de frases que todos en un momento u otro hemos escuchado cuando pensamos en la independencia o en dejar del nido.

Yo no sentí miedo, sentí mucha emoción puesto que dejaba de ser un sueño en papel para convertirse en una realidad: en patrimonio. Mi meta siempre fue nunca pagarle arriendo a nadie y eso logré, paso a paso.

Hoy, seis meses después de dar ese gran paso, puedo decir qué:

  • Cómo camino, cocino y me como hasta el pegao'.
  • Es muy divertido inventarse recetas con lo que queda en la nevera.
  • No hay felicidad más grande que encontrar donde comprar huevos a buen precio.
  • Luego de la experiencia de mi hermano, puedo decir que mi "tasa de desperdicio" en el mercado ha sido muy bajita.
  • Es cero divertido tener que organizar la basura para llevarla hasta el UTB.
  • Ya no me da pena que los porteros sepan a que hora salgo y llego (jamás había tenido servicio de portería).
  • Tampoco es chévere decidir entre si pagar el internet y el gas o salir a comer rico.
  • Se me despertó un amor extraño por las plantas, ya tengo 13 y contando (siempre tengo la sensación de que me consienten cuando me regalan flores).
  • No extraño la parabólica y muy poco uso el TV.
  • Voy al baño con la puerta abierta (y qué?).
  • Me encanta sentarme en el balcón con una Club negra y papitas de limón.
  • Soy feliz recibiendo visitas, me gusta ser anfitriona, cocinar, tener música y divertirme.
  • Aún utilizo la piscina de la unidad, espero que no se me vuelva parte del paisaje.
  • Yo misma tengo que resolver las cosas que daño.
  • La loza sucia se reproduce SIEMPRE.
  • Me he inundado 3 veces por dejar la ventana abierta (al fin aprendí a cerrarla (?)).
  • Ya no me pica la casa.
  • Aprendí a convivir con los ruidos que hace la nevera sin asustarme.
  • Tengo gustos ñoños: Leo, pinto mandalas o hago sudokus por las noches.
  • La relación con la familia mejora, indudablemente! Más apoyo, más tiempo de calidad, más expresiones de amor.
  • Extraño que el perro me salude en la cama los sábados, el desayuno charlado con mi papá y el arrunche con mi mamá, pero aún puedo hacerlo a veces.
  • Es super difícil aprender a diferenciar los términos de "Mi casa" y "la casa de mis papás".
  • Mi espacio, mi pedacito de aire, me llena de orgullo y me hace feliz.
En fin, no hay cómo consignar todas esas sensaciones que te produce este cambio, aunque estoy segura de que no soy la única que las ha sentido. Por eso valía la pena exaltarlas aprovechando este cierre de medio año, no sé aún que me deparará el futuro a partir de hoy, sólo sé que lo estoy viviendo!

2 comentarios:

Miguel Barrios Payares dijo...

Qué bueno por ti. La independencia siempre es buena.
Tenía mucho de no pasar por aquí.
Buen fin de semana.
Nos seguimos leyendo.

Isajita dijo...

Hola! Gracias por el saludito! Pasaré por el tuyo a leer!