13 nov 2008

CLIMA EXTRAÑO

Llueve, llueve y sigue lloviendo en mi ciudad, la sucursal del cielo con muchísimos días soleados está perdiendo su principal característica...

La verdad en algunas ocasiones es muy rico ver llover, tomarse un cafesito con pan mientras las gotas suenan en los tejados, un tintineo parejo en el que si te pierdes logras llegar a meditar, a mi parecer es uno de los ruidos más relajantes de la naturaleza, porque no es ensordecedor, pero si es acaparador, tanto así que no escuchas nada más y te vuelves uno con el aguacero...

Pero cuando necesitas andar por la ciudad y arrimar a muchos lugares, la lluvia definitivamente no es una aliada del paseo...

En Cali es imposible saber como será el clima del día, así que planear con el clima es realmente una pérdida de tiempo, puede amanecer haciendo el sol más bonito y atardecer en el más tronado aguacero, o viceversa... Salir de la casa en la mañana con sombrilla, saco en mano y blusa manga larga y a medio día desear tener puesta una blusita de tiras y sentir que no hay lugar donde meter la sombrilla...

Hace poco en medio de los tantos viajes de mis padres, viví uno de esos días de climas extraños aunque este era tan extraño que fue el primero así de toda mi vida. En cuestión de cuadras y giros encontré vientos otoñales, sol de verano y aguaceros de invierno...

Resumo la historia así y que quede constancia de que NO EXAGERO: Salía yo de mi casa con un hermoso sol, de esos abrazadores que por estos lares nunca faltan dirigiéndome hacia la calle 9a una de las vías principales de aca, precisamente cuando giré a la izquierda me encontre con un vendaval otoñal, era una escena peculiar, una leve llovizna combinada con algo de sol mientras los árboles se movian bruscamente y desprendían una gran cantidad de hojas amarillas que golpeaban contra el parabrisa, incluso uno de los pasacalles se soltó y golpeo el carro (aunque no le hizo ningún rayón pero el susto fue impresionante)...

Mi travesía de ese día me llevaba a girar por la 44 (parte del par vial que cruza la ciudad) en la cual la escena desapareció por completo, no había llovizna, ni viento, ni hojas merodeando, me encontré de nuevo el sol solecito que me acompañaba cuando salia de mi casa como si nada hubiera pasado... me imagine algo similar a un "ojo de huracan" cuando al tomar la autopista, un giro a la izquierda sobre la 44 me encontré con uno de los aguaceros más duros que recuerdo en los que me haya tocado manejar, no veía los andenes y las calles se empezaban a inundar...

A medida que me dirigia al norte, la lluvia cesó completamente y al otro lado de la ciudad no había signos de agua, las calles secas, el viento suave y ni una pizca de sol, un nublado que amenazaba una lluvia que no llegó, que se quedo peleando con el sol en el sur de la ciudad...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uyyy si estos climas están rarísimos, también me ha sucedido mucho eso en estos días, avanzo unas cuantas cuadras y sol, otras y ya llueve.

La lluvia y el frío no me gustan, es bien que llueva solo cuando uno se va a la cama porque como bien dices el sonido de la lluvia es relajante. Pero me quedo con los días de sol

Natalia dijo...

ow, llegué aquí por casualidad, pero espero pasarme más a menudo!
Saludos!