Es ese maldito y odioso tic tac el que se atraviesa siempre... ese que cuando quieres y necesitas tranquilidad puede llegar a ensordecerte, a acaparar completamente todos tus sentidos... ese susurro que no se puede tapar ni esconder...
Como escoger lo que se quiere o no oir, así como cuando no quieres hablar callas, cuando no quieres tocar mantienes la distancia, cuando no quieres oler tapas tu nariz, cuando no queres ver cierras tus ojos, cuando no quieres saborear sencillamente no pruebas, pero cuando no quieres oir es imposible...
Es como en la soledad de la noche en la que todos los sonidos se incrementan, hay algunos que son familiares, a los que te acostumbras desde niña.. pero hay unos nuevos.. como aquel nuevo reloj que adorna tan bien tu cuarto, tan útil, pero que sencillamente en la noche no soportas, que debes esconder bajo la ropa o quitarle la pila porque si no no te deja dormir...
Ahora no es de noche, los sonidos que se sienten no son los más sutiles, son los de siempre que acompañan tus días, el sonido de los platos, el de los buses y carros en la calle, el de las alarmas de los vecinos, el del teléfono, tal vez el del celular, pero como en mis noches hay un maldito reloj que no quiero escuchar, hoy en especial hay ESE sonido que no quiero escuchar, ese susurro que debería ser indecifrable pero NO... tiene que estar ahí y mis oidos tienen que captarlo perfectamente...
Buff quiero salir.. no aguanto más ese TIC TAC de hoy...
1 comentario:
Existen varios tic tac que nos persiguen diariamente y que cada vez que los escuchamos hacemos otra cosa para no escucharlos, aveces esos tic tacs nunca desaparecen.
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