RENACIENDO

Al fin...

Parece que al fin las cosas cambian, vuelvo a quitarme de los ojos ese velo que empañaba mi vista, vuelvo a ser yo esa mujer que tanto me gusta, con tantos rasgos de niña pero a la vez con la fuerza de la persona y profesional que soy...

Estaba vacia, desorientada, estando aquí y allá pero a la vez sin sentirme en ninguna parte, como me dice mi tía "eres buena para tomar impluso y saltar hacia lo que quieres, pero en un momento paras, te volteas a ver que dejaste atrás y si te desconcentras te pierdes"... eso me pasó, olvidé lo que salí a buscar. Seguramente por miedo, tal vez también por dificultades, me perdí y ahora me vuelvo a encontrar...

Eso me tiene felíz... tranquila... avanzando de nuevo...

El martes se fue mi abuelita de nuevo a su ranchito como ella dice, a su casa en Tuluá, se fue con la nostalgia de dejarnos después de dos meses de acogida en nuestra casa, me dió duro no poder almorzar con ella ese día pero motivos laborales me lo impidieron.. solo la llamé y me dijo entre sollozos "yo se que usted se está moviendo mija y me alegra mucho, me hubiera gustado verla, despedirme y agradecerle todo lo que ha hecho por mi en este tiempo, acuérdese de encomendarse a la Virgen y al Niño Jesús para que la guíen y la protejan de todo mal y peligro, yo siempre rezo por usted"... Ya me hace falta mi abue en la casa...

Me siento bien.. cómoda de nuevo y arremetiéndo con fuerza, no sólo al futuro que me espera sino al presente que estoy viviendo...